There she is! Maya. My latest grandchild. The one who came to teach, like five others before her. There she is, her soft and spotless skin next to abuela’s lived-in hand. Her breath, soft as a spring breeze, her profile so much like Patti's that it is almost too painful to behold.
There she is, radiant, full of life.
I can’t write about the other part. Not yet. The rush to one hospital, then another, with Maya unabe to breathe on her own. The look on my Patti’s face, a new mom unwilling to grasp the “what could happen”. The fear that had clutched my heart, the darkness that tried to swallow us all. I can’t write about the seconds turned to minutes turned to hours that became days. The tubes coming out of her.
The look on Patti’s face.
And yes, there she is! Maya. My latest grandchild. She came to teach - a clear lesson. The fragility of life. The instant when light turns to dark. The family that wraps its arms around it all. The will to live. The chance at life.
And yes, there she is! Maya. Four weeks.
Abuela’s hand a lot older than four weeks ago.
Ahi está! Maya. La mas reciente nieta. La que vino a enseñar como los cinco anteriores. Ahi está, su hermoso cutis perfecto al lado de la mano bien vivida de la abuela. Su respiro, suave como un viento de primavera, su perfil tan igual al de Patti que me duele hasta mirarlo.
Ahi está, radiante, llena de vida.
Aún no me atrevo a escribir sobre lo otro. El apuro para llegar al primer hospital, luego al otro, Maya que no podia respirar por su cuenta. La carita de mi Patti, una nueva mamá reacia a aceptar lo “que puede pasar”. El miedo que se apoderó de mi corazón, la oscuridad que trataba de cubrirnos a todas. No puedo escribir sobre los segundos convertidos en minutos y las horas que se convirtieron en días. Los tubos que le salían de todos lados. La carita de mi Patti.
Y si, ahi está! Maya. La mas reciente nieta. Vino a enseñar una lección muy clara. La fragilidad de la vida. El instante cuando la luz se oscurece. La familia que te abraza. El deseo de vivir. La oportunidad de vida.
Y si, ahí está! Maya. Cuatro semanas.
La mano de la abuela mucho mas envejecida que hace cuatro semanas.
There she is, radiant, full of life.
I can’t write about the other part. Not yet. The rush to one hospital, then another, with Maya unabe to breathe on her own. The look on my Patti’s face, a new mom unwilling to grasp the “what could happen”. The fear that had clutched my heart, the darkness that tried to swallow us all. I can’t write about the seconds turned to minutes turned to hours that became days. The tubes coming out of her.
The look on Patti’s face.
And yes, there she is! Maya. My latest grandchild. She came to teach - a clear lesson. The fragility of life. The instant when light turns to dark. The family that wraps its arms around it all. The will to live. The chance at life.
And yes, there she is! Maya. Four weeks.
Abuela’s hand a lot older than four weeks ago.
Ahi está! Maya. La mas reciente nieta. La que vino a enseñar como los cinco anteriores. Ahi está, su hermoso cutis perfecto al lado de la mano bien vivida de la abuela. Su respiro, suave como un viento de primavera, su perfil tan igual al de Patti que me duele hasta mirarlo.
Ahi está, radiante, llena de vida.
Aún no me atrevo a escribir sobre lo otro. El apuro para llegar al primer hospital, luego al otro, Maya que no podia respirar por su cuenta. La carita de mi Patti, una nueva mamá reacia a aceptar lo “que puede pasar”. El miedo que se apoderó de mi corazón, la oscuridad que trataba de cubrirnos a todas. No puedo escribir sobre los segundos convertidos en minutos y las horas que se convirtieron en días. Los tubos que le salían de todos lados. La carita de mi Patti.
Y si, ahi está! Maya. La mas reciente nieta. Vino a enseñar una lección muy clara. La fragilidad de la vida. El instante cuando la luz se oscurece. La familia que te abraza. El deseo de vivir. La oportunidad de vida.
Y si, ahí está! Maya. Cuatro semanas.
La mano de la abuela mucho mas envejecida que hace cuatro semanas.