The fall equinox in the Northern Hemisphere brings me happiness because I remember Argentina, where the Dia de la Primavera is celebrated with great joy! If it falls on a weekday, students get a holiday because it is also El Dia de los Estudiantes, and school kids of all ages take the day off. Teenagers take to the streets and especially to all the plazas around the city, where they picnic, play ball, run around and run amock till all hours. It is usually a perfect spring day in the city of my birth, as if the term "spring has sprung" had been invented for Buenos Aires. To me it seems it becomes spring overnight, the blue skies bluer than ever, many trees and flowers already in bloom, others about to explode. Runners all don their new Nikes and perfectly matched outfits and everyone seems to have a spring to their step - pun intended. People actually wish you a Happy Spring! you gotta love that. Here in Colorado, USA, the aspen is in full bloom. I call it bloom because there may be no prettier site than the side of a mountain, the dark green of its pines covered with blotches of the most incredible yellows you have ever seen. The aspen in its full glory before dying for the season. We took a ride through the Rocky Mountain National Park yesterday and we had the range of Colorado experience: temperature ranges from the 40's to the 70's, altitude from 5600 feet to 13,000, wind, sleet, rain, snow, sunshine and a couple of rainbows. As my daughter Patti was saying she had never seen a moose in Colorado, lo and behold! one appeared and posed for us. All this with the background of the incredible Rocky Mountains and the golden aspen, shaking its tiny leaves like gold coins in the wind. Standing in front of one of the rainbows, I had a "lili moment", a phrase coined by my friend Lisa during a Patagonian adventure. I usually have those moments when I feel overwhelmed by the beauty of God's creation. In the car with my two youngest children, no longer children, and Gisela, hearing their delight at the rainbows, the snow, the sleet, the rain and Mr. Moose, I had flashbacks to years gone by, two baby seats in the back of my car, giggling as I told stories, repeating Japanese words from my learning tape better than I ever could, or laughing out loud as I purposely took a wide turn. Yesterday, it was I sitting in the back and they who did the driving. They are still little kids to me, giggling in the front seat. But I suspect this time it was they who laughed at their momma. | Aunque sea el primer dia de otoño en el norte, me trae alegría porque me recuerda mi nińez en Argentina, donde el Dia de la Primavera se celebra con mucho placer. Si cae en dia de semana, los estudiantes tienen el día libre, porque también es el Dia de los Estudiantes. Chicos de todas edades se toman el dia. Sobre todo los adolescentes salen a las calles y especialmente a las plazas, a hacer picnics, tomar mate, correr y hacer lio hasta muy tarde. Normalmente es un dia perfecto en la cuidad donde nací, como si la primavera se hubiese creado para Buenos Aires. Siento que allí, la primavera nace de un día para el otro, el cielo mas celeste que nunca, muchos arboles y flores ya en flor, muchos otros por explotar. Los joggers corren por el Rosedal con conjuntos nuevos, y todo el mundo tiene cara de felicidad. La gente nos desea "Feliz Primavera", algo que me encanta. Acá en Colorado, USA, el aspen esta en flor. Digo en flor porque no creo que haya algo tan magnifico como la ladera de la montaña, los pinos verdes oscuros manchados por el amarillo increíble de las hojas del aspen. El aspen en plena gloria antes de morir. Paseamos por el Rocky Mountain National Park ayer, y tuvimos la verdadera experiencia de Colorado: temperaturas entre siete y veintitrés grados, alturas entre 1800 metros y 4000, viento, granizo, nieve, lluvia, sol, y un par de arco iris. Hasta apareció un alce en el momento que mi hija Patti lo deseaba. Todo esto con el fondo de las Montañas Rocosas y el aspen dorado, con sus hojitas sacudidas por el viento que parecen monedas de oro. Parada frente a uno de los arco irises, tuve un "momento lili", una frase inventada por mi amiga Lisa durante un viaje a la Patagonia. Son esos momentos cuando me saltan las lagrimas por la belleza de la creación. En el auto con mis hijos mas jóvenes, que ya de niños no tienen nada, y con Gisela, escuchando su alegría al ver nieve, granizo, arco irises y al señor Alce, recordé los días hace tanto tiempo, cuando, con dos chiquitos en el asiento de atrás, manejaba yo mientras les contaba cuentos, o los escuchaba repetir palabras en japonés de mi cinta de idiomas. A veces, cuando yo, a propósito, hacia una vuelta fuerte, se morían de risa a carcajadas. Ayer, fui yo la que me senté atrás mientras ellos manejaban. Se reían en el asiento delantero, pero esta vez sospecho que eran ellos los que se reían de mi. |
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AuthorLili Nealon/Lunalili
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April 2018
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